Otro de mis sonetos favoritos del español Quevedo. Se nota la desesperación, el terror a no ser, haber sido ni llegar a ser nada.
¡Fue sueño ayer; mañana será tierra!
!Poco antes, nada; poco después, humo!
Y destino ambiciones, y presumo
apenas punto al cerco que me cierra.
Breve combate de importuna guerra:
En mi defensa soy peligro sumo
y, mientras con mis armas me consumo,
menos me hospeda el cuerpo que me entierra.
Ya no es ayer; mañana no ha llegado;
hoy pasa, y es, y fue con movimiento
que a la muerte me lleva despeñado.
Azadas son la hora y el momento
que, a jornal de mi pena y mi cuidado,
cavan en mi vivir mi monumento.
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