Los primeros recuerdos de mi infancia se remontan a las lluvias de Puebla, las inundaciones en el barrio de Xonaca, caminar empapado por el Barrio de los Sapos. Todo era agua. Más que sombras, el tiempo era agua. Y lo sigue siendo. Dejamos Puebla, si mal no recuerdo, el 28 de enero de 2006; un amigo me dijo [cita textual] "No mames cabrón, es el peor regalo que se te pudo ocurrir." [Fin de cita] Cumplía el 27. Hay gente de la que retengo momentos, algunas frases . Creímos que sería eterno, y prueba de ello es la ausencia de fotografías. Cuando crecemos nos damos cuenta de que moriremos, e intentamos preservarnos en cualquier casa, tras cualquier espejo.
Llevo seis años en Aguascalientes y no termino de adaptarme. Son ciudades distintas. La gente es distinta, tal vez más amable; más inocente, si se quiere. No sabría precisarlo, y no acaba de gustarme. El asunto es que el cambio sucedió cuando apenas me estaba formando una imagen de mí mismo, y entonces creí que "había perdido todo." Y para efectos prácticos, así fue. De pasar casi cincuenta horas a la semana contigo, mi hermano, Jovann, a hablar una vez cada venida de obispo hay una diferencia abismal. Y los demás días son lluvia. Supongo que crecimos, y lejos, y distintos, pero sembramos entre nosotros algo más poderoso que la sangre. Me harían falta meses para ponerme al corriente; nos harían falta años para precisar en qué cambiamos. Y para todo eso tenemos nuestro Conker ;)
El tiempo es imparcial. Así nos ha juzgado. Y de entre todos te salvó a tí, Jovann. Hay amistades que sobreviven. Cierro los ojos y escucho la Tormenta.
Llevo seis años en Aguascalientes y no termino de adaptarme. Son ciudades distintas. La gente es distinta, tal vez más amable; más inocente, si se quiere. No sabría precisarlo, y no acaba de gustarme. El asunto es que el cambio sucedió cuando apenas me estaba formando una imagen de mí mismo, y entonces creí que "había perdido todo." Y para efectos prácticos, así fue. De pasar casi cincuenta horas a la semana contigo, mi hermano, Jovann, a hablar una vez cada venida de obispo hay una diferencia abismal. Y los demás días son lluvia. Supongo que crecimos, y lejos, y distintos, pero sembramos entre nosotros algo más poderoso que la sangre. Me harían falta meses para ponerme al corriente; nos harían falta años para precisar en qué cambiamos. Y para todo eso tenemos nuestro Conker ;)
El tiempo es imparcial. Así nos ha juzgado. Y de entre todos te salvó a tí, Jovann. Hay amistades que sobreviven. Cierro los ojos y escucho la Tormenta.
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