Escritura inconceiente; aglutinar palabra;s Glut, llama; llama al vacío, vacío de ideas, sentimientos, emoción; emocionarse preguntando cuánto durará la locura, locura que se encadena con el viento, viento que aviento al exhalar cenizas y que recuerda al fuego; fuego que se hermana con pasión, pasión que es escudo de la muerte, muerte que es blasón de los anhelos, anhelos que son cuna de la locura, locura que oxida un columpio; me colmpio entre los clavos; oscilo sobre Ginnungagap; sobre el abismo que bosteza tengo mis alas,que no aras, que arden en soledad, mas no en silencio; pues que, que no las oigan, no implica que no lo hagan.
Y de nuevo ella.
Vaciar la mente en truenos, en tormentas alzar la vista, la vista que llora con cada lágrima que te recuerda y recuerdos tengo amontonados sobre las nubes; nubes de incienso y opio que me ayudan a olvidarte. Y es que te olvido, pero entre olvidos sólo consigo no olvidarte; pues que hacerlo es perder la memoria, es renunciar a mi lengua, pues que tú me has dado tus palabras, y que yo en ellas, por dejar de amarte, me consumo. Hojarascas y corrientes ; más corrientes que mi miseria no creo; no creo porque no hay nada ya qué creer. Los dioses yacen muertos a mis pies, y yo yazgo ante los pies de los dioses en un devorarse eterno; somos la serpiente que se muerde a sí misma; entre Jormundgand y Uroboros no importo; sólo importo dioses de otros lados, porque los míos son ya carroña.
Y de nuevo ella.
Vaciar la mente en truenos, en tormentas alzar la vista, la vista que llora con cada lágrima que te recuerda y recuerdos tengo amontonados sobre las nubes; nubes de incienso y opio que me ayudan a olvidarte. Y es que te olvido, pero entre olvidos sólo consigo no olvidarte; pues que hacerlo es perder la memoria, es renunciar a mi lengua, pues que tú me has dado tus palabras, y que yo en ellas, por dejar de amarte, me consumo. Hojarascas y corrientes ; más corrientes que mi miseria no creo; no creo porque no hay nada ya qué creer. Los dioses yacen muertos a mis pies, y yo yazgo ante los pies de los dioses en un devorarse eterno; somos la serpiente que se muerde a sí misma; entre Jormundgand y Uroboros no importo; sólo importo dioses de otros lados, porque los míos son ya carroña.
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