De esas cenizas, fénix nuevo espera;
Mas con tus labios quedn vergonzosos
(que no compiten flores a rubíes)
y pálidos, después, de temerosos.
Y cuando con relámpagos te ríes,
de púrpura, cobardes, si ambiciosos,
marchitan sus blasones carmesíes.
Francisco de Quevedo
(que no compiten flores a rubíes)
y pálidos, después, de temerosos.
Y cuando con relámpagos te ríes,
de púrpura, cobardes, si ambiciosos,
marchitan sus blasones carmesíes.
Francisco de Quevedo
martes, 17 de abril de 2012
Spirit walker
Tierra y viento; agua y fuego. Nacidos en las estrellas, constituyentes de toda la materia de la Tierra. Encarnados en los Elementales; confundidos con genios y demonios. Orden y Caos. Cuatro balas en el revólver con el que el Cosmos juega a la ruleta rusa. Muerte y vida; el viento esparce la ceniza del corazón del mar. Balance entre luz y sombra: que una no opaque a la otra. Ambas tejen a los Dioses, y por lo tanto a los hombres; podemos levantarnos en el huracán, en la tormenta de arena. Agua y fuego; tierra y viento. Los Elementales me han enseñado a caminar entre planos.
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