Estas semanas de vacaciones pretendo subir algunas cosas de poesía medida/clásica/estructural. Empezaré por el soneto, mi forma preferida de poesía. En lengua castellana, los primeros sonetos datan del siglo XV, aunque los dos siglos siguientes, dentro ya del Barroco, lo adoptarían y explotarían al máximo. En los años siguientes se harían modificaciones a su estructura, pero lo que se tratará en esta ocasión será la forma importada del italiano.
Un soneto clásico se conforma de dos cuartetos y dos tercetos endecasílabos. El soneto puede estructurarse de las formas ABBA ABBA CDC DCD; ABBA ABBA CDE CDE; ABAB ABAB y variacones de los tercetos. Las máyusculas indican que los versos son de "arte mayor"; es decir, mayores a ocho sílabas. Cada letra representa una rima consonante (éstas son aquellas en las que las palabras termian igual consonantes y vocales a partir del acento; vía rima con salía; ingenio con milenio, tumba con derrumba). Tenemos, entonces, de cuatro a cinco combinaciones para estructurar el poema.
Un verso endecasílabo, como su nombre indica, es aquel que se compone de once sílabas. La regla de métrica nos dice que si un verso termina en agudo se agregará una sílaba a la línea poética; si lo hace en esdrújula, se restará. Esto, por supuesto, no es arbitrario. Cuando un verso termina en agudo, se dice que la palabra "se alarga" una sílaba porque el acento requiere "un tiempo" para desvanecerse. Con las esdrújulas pasa lo contrario: Siendo que el acento está tan lejos del último núcleo silábico, éste se considera débil y pierde su "longitud" reduciéndose de tres a dos sílabas.
Dentro del verso los acentos juegan un papel vital para ganar el ritmo que el autor desee. El yambo es la alternancia de sílabas no acentuadas y acentuadas. Por poner un ejemplo, el verso:
Si mar, mi voz será en tus olas viento.
está acentuado de la siguiente manera, donde guión medio representa sílaba muerta y guión largo es sílaba tónica.
Si (-) mar(_) mi(-) voz(_) se(-) ráen(_) tus (-) o(_) las(-) vien(_) to.(- )
Existen, naturalmente, otros ritmos dentro de la métrica tradicional, pero no me ocuparé de ellos en esta ocasión. Sin embargo, sí aprovecho para marcar algo que tal vez no sea tan obvio para quienes no está acostumbrados a la medición silábica. El fragmento del ejemplo anterior posee un diptongo (fusión de dos sílabas en una sola; en este caso "ráen") que reduce la medida de doce a once. Esta es una forma común de reducir los versos. Góngora posee un ejemplo notable en el verso (de ritmo yámbico, ya que estamos) en el soneto que inicia "Mientras por competir con tu cabello..." Cito:
En tierra, en humo, en sombra, en polvo, en nada.
Veamos, por ahora, la descomposición silábica:
En(-) tie(_) rraen(-) hu(_) moen(-) som(_) braen(-) pol(_) voen(-) na(_) da. (-)
Aquí vemos cómo es que logra reducirse, gracias al empleo de un hecho natural del lenguaje, la medida de un verso de quince a las once sílabas clasicas de los sonetos. Con sólo los dos ejemplos anteriores aún no se percibe, pero dentro del endecasílabo ocurren cinco fenómenos acentuales distintos, por lo menos. Estos se han llamado de distinta manera dependiendo de dónde es que cae el primer acento: en la primera, segunda, tercera o cuarta sílaba. Además, para que esto se lleve a cabo "debe" haber también un acento en la sexta sílaba, y sólo en casos extraordinarios, la sexta se mueve a la octava. Debo decir que todos mis ejemplos los tomaré de Quevedo, por razones obvias viendo mis publicaciones anteriores. Cabe hacer la aclaración de que no solamente se presenta en sonetos, sino que liras, silvas y otras formas (incluso Piedra de Sol de Octavio Paz) más o menos libres siguen los mismos patrones.
El endecasílabo enfático posee acento en la primera sílaba y en la sexta, por lo menos. Este es el primero de los "fenómenos acentuales" que conciernen a este tipo de verso. El ejemplo viene del poema A Roma sepultada en sus ruinas de Quevedo, en donde, además, tenemos un acento arrítmico, que no es otra cosa que un acento que cae junto a otro; en este caso, en la segunda sílaba:
¡Oh Roma! En tu grandeza, en tu hermosura...
Oh(_) Ro(_) maen (-) tu(-) gran(-) de(_) zaen (-) tuher(-) mo(-) su(_) ra(-)
Si nos fijamos con detalle, sólo las sílabas 1,2, 6 y 10 poseen acento; se considera enfático porque el primero está al principio.
El segundo tipo de endecasílabo es el heróico. Posee acentos en las sílabas 2 y 6, pero, como en el caso anterior, puede tener en la 4 y/u 8; se considera heróico sólo si el primer acento va en la segunda sílaba. Este es el verso que sigue al poema ya citado.
huyó lo que era firme, y solamente...
hu (-) yó(_) lo(-) quee (_) ra(-) fir(_) mey (-) so(_) la(-) men(_) te(-)
El endecasílabo melódico se ubica en la tercera sílaba y en la sexta. Como en los casos anteriores, puede tener acento en las sílabas 4,5,7,8, pero no en la primera ni en la segunda, porque se volvería, entonces, melódico o heróico. Este es del poema Soneto amoroso definiendo el amor del mismo.
...el que en todo es contrario de sí mismo!
el(-) queen(-) to(_) does(-) con(-) tra(_) rio(-) de(-) sí(_) mis(_) mo(-)
El sáfico presenta dos variantes. Es, por definición, aquel que tiene acento en la sílaba cuarta y en la sexta, pero en la práctica sucede que hay, cuando menos, tres casos:
El primero ocurre cuando se cumple la regla como tal, acentándose en las sílabas 4 y 6. El segundo es similar al heróico: Toma acentuación en la segunda silaba, en la cuarta y pasa a tener el de la sexta a la octava. El último caso de sáfico se construye acentuando no en la 4 y 6, sino en la 4 y 8.
Quedarían, pues, así los ejemplos:
Primer caso (4,6):
Sor Juana Inés de la Cruz, Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba...
Cierre del soneto
mi corazón deshecho entre tus manos.
mi(-) co(-) ra(-) zón(_) des(-) he(_) choen(-) tre(-) tus(-) ma(_) nos(-)
Segundo caso (2,4,8):
Francisco de Quevedo, Canción amorosa;Besando mis prisiones...
Tercera estrofa
...que el juez escucha al que condena a muerte
queel(-) juez(_) es(-) cu(_) chaal(-) que(-) con(-) de(_) naa(-) muer(_) te(-)
Tercer caso (4,8):
Francisco de Quevedo, Soneto amoroso definiendo el amor
segundo cuarteto
es un descuido que nos da cuidado...
es(-) un(-) des(-) cui(_) do(-) que(-) nos(-) da(_) cui(-) da(_) do(-)
Estos son, en general, los procesos rítmicos que operan en la estructura endecasílaba. Sin embargo, aún faltan los recursos retóricos y, para eso, necesitaré más tiempo... y otra entrada. Subiré en estos días los poemas completos de donde saqué los ejemplos.
Un soneto clásico se conforma de dos cuartetos y dos tercetos endecasílabos. El soneto puede estructurarse de las formas ABBA ABBA CDC DCD; ABBA ABBA CDE CDE; ABAB ABAB y variacones de los tercetos. Las máyusculas indican que los versos son de "arte mayor"; es decir, mayores a ocho sílabas. Cada letra representa una rima consonante (éstas son aquellas en las que las palabras termian igual consonantes y vocales a partir del acento; vía rima con salía; ingenio con milenio, tumba con derrumba). Tenemos, entonces, de cuatro a cinco combinaciones para estructurar el poema.
Un verso endecasílabo, como su nombre indica, es aquel que se compone de once sílabas. La regla de métrica nos dice que si un verso termina en agudo se agregará una sílaba a la línea poética; si lo hace en esdrújula, se restará. Esto, por supuesto, no es arbitrario. Cuando un verso termina en agudo, se dice que la palabra "se alarga" una sílaba porque el acento requiere "un tiempo" para desvanecerse. Con las esdrújulas pasa lo contrario: Siendo que el acento está tan lejos del último núcleo silábico, éste se considera débil y pierde su "longitud" reduciéndose de tres a dos sílabas.
Dentro del verso los acentos juegan un papel vital para ganar el ritmo que el autor desee. El yambo es la alternancia de sílabas no acentuadas y acentuadas. Por poner un ejemplo, el verso:
Si mar, mi voz será en tus olas viento.
está acentuado de la siguiente manera, donde guión medio representa sílaba muerta y guión largo es sílaba tónica.
Si (-) mar(_) mi(-) voz(_) se(-) ráen(_) tus (-) o(_) las(-) vien(_) to.(- )
Existen, naturalmente, otros ritmos dentro de la métrica tradicional, pero no me ocuparé de ellos en esta ocasión. Sin embargo, sí aprovecho para marcar algo que tal vez no sea tan obvio para quienes no está acostumbrados a la medición silábica. El fragmento del ejemplo anterior posee un diptongo (fusión de dos sílabas en una sola; en este caso "ráen") que reduce la medida de doce a once. Esta es una forma común de reducir los versos. Góngora posee un ejemplo notable en el verso (de ritmo yámbico, ya que estamos) en el soneto que inicia "Mientras por competir con tu cabello..." Cito:
En tierra, en humo, en sombra, en polvo, en nada.
Veamos, por ahora, la descomposición silábica:
En(-) tie(_) rraen(-) hu(_) moen(-) som(_) braen(-) pol(_) voen(-) na(_) da. (-)
Aquí vemos cómo es que logra reducirse, gracias al empleo de un hecho natural del lenguaje, la medida de un verso de quince a las once sílabas clasicas de los sonetos. Con sólo los dos ejemplos anteriores aún no se percibe, pero dentro del endecasílabo ocurren cinco fenómenos acentuales distintos, por lo menos. Estos se han llamado de distinta manera dependiendo de dónde es que cae el primer acento: en la primera, segunda, tercera o cuarta sílaba. Además, para que esto se lleve a cabo "debe" haber también un acento en la sexta sílaba, y sólo en casos extraordinarios, la sexta se mueve a la octava. Debo decir que todos mis ejemplos los tomaré de Quevedo, por razones obvias viendo mis publicaciones anteriores. Cabe hacer la aclaración de que no solamente se presenta en sonetos, sino que liras, silvas y otras formas (incluso Piedra de Sol de Octavio Paz) más o menos libres siguen los mismos patrones.
El endecasílabo enfático posee acento en la primera sílaba y en la sexta, por lo menos. Este es el primero de los "fenómenos acentuales" que conciernen a este tipo de verso. El ejemplo viene del poema A Roma sepultada en sus ruinas de Quevedo, en donde, además, tenemos un acento arrítmico, que no es otra cosa que un acento que cae junto a otro; en este caso, en la segunda sílaba:
¡Oh Roma! En tu grandeza, en tu hermosura...
Oh(_) Ro(_) maen (-) tu(-) gran(-) de(_) zaen (-) tuher(-) mo(-) su(_) ra(-)
Si nos fijamos con detalle, sólo las sílabas 1,2, 6 y 10 poseen acento; se considera enfático porque el primero está al principio.
El segundo tipo de endecasílabo es el heróico. Posee acentos en las sílabas 2 y 6, pero, como en el caso anterior, puede tener en la 4 y/u 8; se considera heróico sólo si el primer acento va en la segunda sílaba. Este es el verso que sigue al poema ya citado.
huyó lo que era firme, y solamente...
hu (-) yó(_) lo(-) quee (_) ra(-) fir(_) mey (-) so(_) la(-) men(_) te(-)
El endecasílabo melódico se ubica en la tercera sílaba y en la sexta. Como en los casos anteriores, puede tener acento en las sílabas 4,5,7,8, pero no en la primera ni en la segunda, porque se volvería, entonces, melódico o heróico. Este es del poema Soneto amoroso definiendo el amor del mismo.
...el que en todo es contrario de sí mismo!
el(-) queen(-) to(_) does(-) con(-) tra(_) rio(-) de(-) sí(_) mis(_) mo(-)
El sáfico presenta dos variantes. Es, por definición, aquel que tiene acento en la sílaba cuarta y en la sexta, pero en la práctica sucede que hay, cuando menos, tres casos:
El primero ocurre cuando se cumple la regla como tal, acentándose en las sílabas 4 y 6. El segundo es similar al heróico: Toma acentuación en la segunda silaba, en la cuarta y pasa a tener el de la sexta a la octava. El último caso de sáfico se construye acentuando no en la 4 y 6, sino en la 4 y 8.
Quedarían, pues, así los ejemplos:
Primer caso (4,6):
Sor Juana Inés de la Cruz, Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba...
Cierre del soneto
mi corazón deshecho entre tus manos.
mi(-) co(-) ra(-) zón(_) des(-) he(_) choen(-) tre(-) tus(-) ma(_) nos(-)
Segundo caso (2,4,8):
Francisco de Quevedo, Canción amorosa;Besando mis prisiones...
Tercera estrofa
...que el juez escucha al que condena a muerte
queel(-) juez(_) es(-) cu(_) chaal(-) que(-) con(-) de(_) naa(-) muer(_) te(-)
Tercer caso (4,8):
Francisco de Quevedo, Soneto amoroso definiendo el amor
segundo cuarteto
es un descuido que nos da cuidado...
es(-) un(-) des(-) cui(_) do(-) que(-) nos(-) da(_) cui(-) da(_) do(-)
Estos son, en general, los procesos rítmicos que operan en la estructura endecasílaba. Sin embargo, aún faltan los recursos retóricos y, para eso, necesitaré más tiempo... y otra entrada. Subiré en estos días los poemas completos de donde saqué los ejemplos.
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