¡Ah de la vida! ¿Nadie me responde?
¡Aquí de los antaños que he vivido!
La Fortuna mis tiempos ha mordido;
las Horas mi locura las esconde.
¡Que sin poder saber cómo ni adónde,
la salud y la edad se hayan huído!
Falta la vida, asiste lo vivido,
y no hay calamidad que no me ronde.
Ayer se fue; mañana no ha llegado;
hoy se está yendo sin parar un punto;
soy un fue, y un será y un es cansado.
En el hoy y mañana y ayer, junto
pañales y mortaja, y he quedado
presentes sucesiones de difunto.
Fortuna y Horas se entienden, de igual manera como Destino y Tiempo; el destino se come el tiempo, y éste, a su vez, es velado por la demencia. Los dos primeros versos son igual de claros: nos plantean la desolación de alguien a quien la vida no le dice nada. A partir de este punto, Quevedo se enfoca en reiterar el planteamiento original en el segundo cuarteto. En el primer terceto vemos un cambio: pasa de plantear una situación a trazar las primeras líneas del cierre: Todo el tiempo es nada; y nada es todo el tiempo.
El cierre es sólo la consecuencia de que la vida termine en un instante: no logramos madurar, pues la muerte nos reclama antes, juntando pañales y mortaja en presentes sucesiones del difunto. "Pañales" y "mortaja" son dos palabras antitéticas por sí mismas: el pañal es el que envuelve al recién nacido mientras que, la mortaja, aunque también cubre materia, es el cadáver lo que encierra.
El cierre es sólo la consecuencia de que la vida termine en un instante: no logramos madurar, pues la muerte nos reclama antes, juntando pañales y mortaja en presentes sucesiones del difunto. "Pañales" y "mortaja" son dos palabras antitéticas por sí mismas: el pañal es el que envuelve al recién nacido mientras que, la mortaja, aunque también cubre materia, es el cadáver lo que encierra.
es un poemins super idealins! creo que refleja un pensamiento que todos tenemos, muy filosofico, yes baby! supermegachachi! a tope de paua! me gusta siii, dame mas!
ResponderEliminartequiero muchito, como la trucha al truchito.