De esas cenizas, fénix nuevo espera;

Mas con tus labios quedn vergonzosos
(que no compiten flores a rubíes)
y pálidos, después, de temerosos.

Y cuando con relámpagos te ríes,
de púrpura, cobardes, si ambiciosos,
marchitan sus blasones carmesíes.


Francisco de Quevedo


sábado, 4 de junio de 2016

Nota 2: La geografía de Úrim en Necromancia


NECROMANCIA es la primera de cuatro novelas por venir. Y para sustentar tal cantidad de historia lo primero que debe establecerse son las reglas del mundo; los límites del juego.

Antes que nada, Necromancia nació siendo un mapa (se anexará al final del escrito) porque los mapas permiten establecer riquezas en un mundo, y las riquezas, guerras. El mundo de Úrim nació con otro nombre y se fueron agregando montañas, ríos, bosques y desiertos como barreras naturales. A cada espacio se le asignó entonces un pueblo y a cada pueblo una cultura, basada en las que han existido a lo largo de la historia de la tierra en el mundo real. Una vez que se establecieron estas ciudades, se borró todo, se conservaron las barreras naturales y se estableció un punto de inicio de cada civilización.

El mapa de Úrim es poco más grande que la tierra. Dentro de NECROMANCIA se visita sólo el primer continente, Úrim, pero pronto se añadirán otros dos: Hiva y Tule. En Úrim se desarrollan las primeras cinco civilizaciones y entre sus bosques, desiertos y montañas inicia la historia de orcos, elfos, enanos, hombres y gigantes. A cada una de ellas se le dio un motivo diferente: mientras que elfos, enanos y gigantes son pacíficos, orcos y humanos son violentos. NECROMANCIA se aparta de la construcción Tolkeniana en el momento en que los enanos son la raza ingenua (en lugar de los hobbits) y en que los elfos, pese a ser pacíficos, son arrogantes y saben que mueven el poder del viento.

Los ggiantes son una raza nueva que controla la sabiduría y el agua. Son los filósofos y los eruditos de Úrim, pero en un mundo que resultará ser bélico, tienen los días contados. Su separación geográfica les permite vivir muchos ciclos en paz, hasta que llegan los necromantes a alterar el orden del mundo. Uno de ellos, Nergal, tendrá un papel fundamental en los hechos de la Primera Era.
Los hombres habitan en el desierto, en el bosque y en la selva. Son una raza altamente adaptable y dominan el fuego. Los enanos, que manipulan la tierra, se han limitado a vivir en las montañas del norte. Los orcos son agresivamente expansivos, conquistadores, y dominan gran parte del oeste de Úrim. Sus roces con los humanos tendrán consecuencias dentro de la guerra con los Necromantes.

Aquí se agrega el mapa original, el que desató la creación de NECROMANCIA y dio espacio a las novelas que están por venir.



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