De esas cenizas, fénix nuevo espera;

Mas con tus labios quedn vergonzosos
(que no compiten flores a rubíes)
y pálidos, después, de temerosos.

Y cuando con relámpagos te ríes,
de púrpura, cobardes, si ambiciosos,
marchitan sus blasones carmesíes.


Francisco de Quevedo


domingo, 11 de abril de 2010

XIX Si un río por tu rostro hubiera huído...

Dejo otro de mis poemas; en éste se desarrolla el concepto de "las múltiples facetas del agua" principalmente.

XIX

Si un río por tu rostro hubiera huido
(por tu lunar en ocasión alguna)
diría que en tus ojos haces cuna
a, de mi anhelo, el manantial crecido.

Mas si en tu pecho el llanto es retenido
y se vuelve el caudal una laguna
anegarás amores y fortuna
y uniranse, en tus aguas, al olvido.

Y si en sombras creciera la tormenta;
si a un buque el hielo helara en movimiento;
si la marea alzárase violenta,

mi rayo y tempestad serán tu acento;
si glaciar, seré el barco que lo afrenta;
si mar, mi voz será en tus olas viento.

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