De esas cenizas, fénix nuevo espera;

Mas con tus labios quedn vergonzosos
(que no compiten flores a rubíes)
y pálidos, después, de temerosos.

Y cuando con relámpagos te ríes,
de púrpura, cobardes, si ambiciosos,
marchitan sus blasones carmesíes.


Francisco de Quevedo


miércoles, 14 de abril de 2010

Amor constante más allá de la muerte

Uno de los más conocidos sonetos de Quevedo. Se desarrolla la idea de la trascendencia; el sobrevivir de la conciencia, el alma y los sentidos. Se hace alsuión al Leteo en el segundo cuarteto. La "ley severa" será la muerte. Los tercetos pueden bien leerse de corrido, bien leyendo 1-1,2-2,3-3: "Alma, a quien todo un dios prisión ha sido, su cuerpo dejará, no su cuidado; venas que humor a tanto fuego han dado serán ceniza, mas tendrá sentido; médulas que han gloriosamente ardido serán polvo, mas polvo enamorado."

Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día;
y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera;

mas no, de esotra parte, en la rivera
dejará su memoria en donde ardía:
Nadar sabe mi llama la agua fría
y perder el respeto a ley severa.

Alma, a quien todo un dios prisión ha sido;
venas, que humor a tanto fuego han dado;
médulas que han gloriosamente ardido

su cuerpo dejará, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado.

1 comentario:

  1. Lo que más me gusta de este poema es la rebeldía concretada con el último verso.

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